Son tantos los escombros que me faltan por revolver, buscando descubrir lo desconocido.
¿Porqué temer a lo no vivido?
He observado muchas cosas durante el trecho de mi vida, pero no me es suficiente; vivo con sed, hambre, anhelo de más…
La ambición bien dirigida no resulta ser mala… Nos obliga a exigirnos y a esforzarnos por lo que queremos.
Soy una mujer de objetivos, muy poco subjetiva; pero cuando tengo que serlo, lo soy…
Mi historia la considero distinta, estamos hartos de escuchar que somos diferentes, eso ya para nadie es un sacramento. Pero aun así siguen existiendo las comparaciones.
Entonces, eso nos deja en un mundo de contradicciones.
Pero vivo cada respiro que exhalo por mis fosas nasales, cada pliegue de mi piel morena que se estérica con una sonrisa mía, cada contracción en mis entrañas cuando consigo un orgasmo, cada roce que le irrumpo a la pieles de mi amada. En resumidas cuentas, mi vida esta apestada de intensidades personalizadas.
Tengo días preguntándome -¿Qué te inhibe de plasmar tus pensamientos?, ¿Porqué haz dejado de escribir, por lo menos para ti?
Las respuestas son injustificadas, pero heme aquí, lubricando mis dedos y liberándome nuevamente…
Estoy de vuelta.