Abro un pequeño trecho en este corazón perdido
para dejarte partir y así hacerte feliz.
Llego la hora más triste para mi...
Amor ya te vas de aquí!
No te puedo mentir te amo y te amaré
aunque no estés junto a mi.
No es tu culpa, ni mía...
es culpa del destino que nos dio la espalda, cuando a penas crecíamos...
Amor que doloroso es el adiós,
pero es la única opción...
Fue lindo mientras duro...
Extrañare la suavidad tus dedos de algodón, que solías atar a los míos..
Una gran pena me causo la traición de los malditos equinoccios, que conspirarón para nuestra destrucción.
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